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Las mujeres tienden a percibir y valorar la riqueza principalmente como fuente de seguridad, y tienden a centrarse en ser financieramente seguras y capaces de permitirse un cierto estilo de vida para ellas mismas, y para sus seres queridos a largo plazo.

Además, para las mujeres, el legado a menudo significa algo más que transferir riqueza a la siguiente generación; también significa ser capaz de impactar positivamente en la vida de los demás.
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Hay una tendencia a que las mujeres inviertan con propósito, donde el propósito representa tanto sus objetivos como sus valores e impacto en la sociedad. Por ejemplo, pueden querer ayudar a financiar las empresas de la próxima generación, o proporcionar un primer hogar familiar.

También es posible que tengan pasión por una causa determinada y quisieran usar su patrimonio para marcar la diferencia, pero pueden no saber si tales objetivos entran en conflicto con su objetivo de transferir riqueza a la próxima generación. Un plan personalizado ayudaría a comprender mejor y cumplir estos objetivos.
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Existen diferencias generacionales en cuanto a cómo las mujeres definen lo que quieren que sea su legado. En una encuesta reciente de RBC, las mujeres más jóvenes creen en mayor medida que las de más edad que tienen la obligación de transferir su patrimonio a la siguiente generación (65% frente a 55%), así como que desean tener un mayor impacto en la sociedad (65% frente a 52%) y abordar los problemas sociales específicamente a través de la inversión (76% frente a 59%).

Según los datos de nuestra encuesta �۶���Ƶ Investor Watch de 2022Investor watch 2022 survey, el 56% de las mujeres (frente al 47% de los hombres) no saben cuánto patrimonio pueden transmitir a la próxima generación, lo que pone en relieve la importancia de la planificación.��