La Fed recorta tasas: ¿Qué hacer ahora?
Descubra qué significa para su cartera e inversiones.
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El Banco de la Reserva Federal recortó las tasas de interés por primera vez este año — y podrían venir más reducciones. Analizamos el impacto de esta decisión en los mercados, la trayectoria de la inflación y el empleo, y cómo los inversionistas pueden prepararse para este escenario.
La Reserva Federal redujo las tasas de interés de Estados Unidos en 25 puntos base, y las proyecciones de los responsables de política monetaria apuntan a la posibilidad de nuevas reducciones en las próximas dos reuniones.
En comparación con la última reunión del FOMC en julio, cuando la Fed afirmó que «las condiciones del mercado laboral siguen siendo sólidas», el comité ahora «considera que los riesgos a la baja para el empleo han aumentado». Así, aun cuando la inflación «ha aumentado y sigue algo elevada», el rango efectivo de los fondos federales se redujo a 4.00–4.25%. Esta fue la primera reducción del año, después de que el banco central recortara las tasas en 100 puntos base en 2024. Hubo una disidencia de Stephen Miran, el nuevo miembro, quien favorecía un recorte mayor, de 50 puntos base.
La proyección mediana de los responsables de política monetaria para la tasa de los fondos federales a fin de año (el dot plot) ahora indica que se esperan dos recortes adicionales este año.
Como el recorte ya era ampliamente esperado, la reacción inmediata del mercado fue moderada. El S&P 500 cayó brevemente durante la conferencia posterior al FOMC, cuando el presidente Jerome Powell señaló que «un buen número» de funcionarios no prevé más recortes de tasas este año, pero el índice se recuperó y cerró prácticamente sin cambios en el día. Los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años subieron 6 puntos base, a 4.08%. El oro retrocedió ligeramente, -0.8% a USD 3,665/onza, mientras que el índice del dólar subió 0.4%.
En nuestro escenario base, estimamos que la Fed reducirá las tasas en otros 75 puntos base entre ahora y el 1T26, ya que consideramos que el banco central seguirá priorizando la debilidad del mercado laboral por encima de lo que probablemente siga siendo un aumento temporal de la inflación.
En la conferencia de prensa, Powell declaró que «la demanda de trabajo se ha debilitado y el ritmo reciente de creación de empleos parece estar por debajo de la tasa necesaria para mantener constante el desempleo». De hecho, el crecimiento de las nóminas no agrícolas ha promediado apenas 27 mil al mes desde mayo, y la Oficina de Estadísticas Laborales anunció una revisión estimada de -911 mil al total de nóminas no agrícolas. Mientras tanto, las solicitudes continuas de subsidio por desempleo alcanzaron su nivel más alto desde finales de 2021.
La Fed buscará equilibrar las preocupaciones del mercado laboral con las tendencias de inflación. La inflación subyacente permaneció por encima del objetivo de la Fed en agosto, en 3.1% interanual, y los indicadores adelantados de inflación, como el índice de precios pagados de servicios del ISM, siguen elevados. La Fed también tomará en cuenta que algunos aumentos de precios relacionados con aranceles podrían resultar persistentes, incluso si la Suprema Corte determina que algunos aranceles deben revertirse.
Sin embargo, el traspaso de precios de los aranceles ha sido más lento de lo esperado en opinión de la Fed, y Powell reiteró que espera solo un aumento puntual de precios derivado de los aranceles. Las proyecciones económicas del FOMC muestran la inflación cerca del objetivo en 2027, y Powell destacó que las expectativas de inflación de largo plazo, tanto de mercado como de encuestas, están “sólidas”, mostrando niveles consistentes con la meta del 2%.
Aunque un recorte de 25 puntos base pueda no tener un gran impacto por sí solo, sirve como recordatorio para los inversionistas de que las tasas pueden volver a bajar. En un escenario adverso, si la debilidad del mercado laboral resulta más severa o prolongada, creemos que la Fed podría recortar las tasas entre 200 y 300 puntos base, llevándolas incluso a 1.0–1.5%.
En este contexto, creemos que este es un momento oportuno para que los inversionistas revisen sus asignaciones de efectivo. La necesidad de poner el capital a trabajar está aumentando.
Recomendamos que los inversionistas limiten las reservas de liquidez a lo necesario para los retiros esperados en el corto plazo y gestionen su estrategia para optimizar los rendimientos:
Desde una perspectiva cambiaria, esperamos que el dólar retome su trayectoria bajista en los próximos meses. Con la Fed probablemente recortando las tasas más rápido que en otras regiones, un alto volumen de inversión extranjera sin cobertura en EE. UU. y un déficit gemelo aún significativo (cuenta corriente y fiscal), creemos que la trayectoria de menor resistencia para el dólar es a la baja.
Tácticamente, preferimos el euro, el dólar australiano y la corona noruega. Los inversionistas deben revisar sus asignaciones de divisas para asegurar que correspondan a sus obligaciones y necesidades futuras.
A largo plazo, la historia muestra que es probable que los activos financieros superen al efectivo. Desde 1945, el efectivo ha tenido un rendimiento inferior frente a una estrategia de asignación gradual en portafolios diversificados de acciones y bonos en alrededor de 74% de los horizontes de un año y alrededor de 83% de los de cinco años.
Con las tasas en descenso, creemos que es momento de que los inversionistas pongan a trabajar su exceso de liquidez y, además de portafolios balanceados, actualmente vemos varias oportunidades específicas en los mercados:
Los inversionistas que dependen de ingresos regulares de efectivo y buscan reemplazo de ingresos ante tasas más bajas pueden considerar estrategias de renta variable o estrategias estructuradas generadoras de rendimiento.